La obra de Luis Paret (Madrid, 1746-1799) constituye uno de los hitos más originales del arte español de la segunda mitad del siglo XVIII; y quizá, de no haber sido por la figura de Francisco de Goya, que eclipsó cuanto se produjo en su tiempo, Paret sería, sin duda, el artista español más destacado del setecientos.
Si su calidad como pintor de cuadros de gabinete está fuera de toda duda, no lo están menos sus excepcionales dotes de dibujante, aplicadas no solo al proceso creativo de sus pinturas como bocetos o plasmación de primeras ideas, sino también a la producción de obras de arte en sí mismas.
Paret sería, sin duda, el artista español más destacado del setecientos si no fuera por Francisco de Goya, que eclipsó cuanto se produjo en su tiempo
Trabajos para el infante don LuisSu relación con el infante don Luis de Borbón (1727-1785), hermano del rey Carlos III, fue breve pero intenta. El artista fue pensionado por el infante para formarse en Italia entre 1763 y 1766. Tras su regreso, realizó para él distintos encargos de pinturas y dibujos hasta que su supuesta relación en los devaneos amorosos del infante provocó su destierro a Puerto Rico en 1775.
Entre los encargos del infante a Paret, está que dibujara la colección de aves disecadas del excelente gabinete de historia natural que el infante formó. Una muestra que incluía animales vivos. Entre ellos, la famosa cebra que tuvo en el palacio, y que era la única de la que entonces se tenía constancia en España.
La exposición, más de 80 obras que podemos ver en el Museo del Prado hasta el próximo 21 de agosto, reúne la mayor parte de sus pinturas y una escogida selección de sus dibujos. Un recorrido, a un mismo tiempo cronológico y temático que aspira a restaurar su importancia y darle a conocer al gran público, tanto dentro como fuera de España.
