Bruno Della Chiesa, lingüista de ascendencia italiana, francesa y alemana, profesor de Harvard... visitó el mes pasado el Colegio Virgen de Europa invitado por la fundación de este centro educativo. Padres y educadores tuvieron la oportunidad de escuchar el resultado de sus investigaciones a la hora de favorecer el aprendizaje o sobre los mecanismos que se esconden detrás de la mente en este sentido. “Modelos que, sin saberlo, nos estábamos aproximando en el colegio”, señalaba su director, Enrique Maestú.
Della Chiesa hacía hincapié en cómo “hemos aprendido más sobre el cerebro en las últimas décadas que en toda la historia de la humanidad gracias a las neuroimágenes”.
Aprender, comprender, entender... “genera placer en el ser humano, aún en la escuela. El mayor amigo del aprendizaje es el placer. Y el peor enemigo, el miedo”, explicaba. De ahí el importante papel que juegan también las emociones en los procesos de aprendizaje.
También la edad influye. Bruno Della Chiesa se refería a los periodos óptimos del aprendizaje: “No se aprende una lengua de la misma manera de niño que cuando tienes 12 o 13 años. Nunca es demasiado tarde para aprender una lengua, pero las investigaciones nos demuestran que es más fácil para un niño”, insistía.
Antes de terminar, repasó algunos de los que él llama los neuromitos: creencias dadas por ciertas, pero que no lo son. El peor de todos: “Hay personas inteligentes que pueden aprender bien y otras que no. Algo que no toma en cuenta la plasticidad cerebral, las inteligencias múltiples... activas en todos nosotros”, concluyó.