Lleva 18 años siendo policía municipal. Aprobó las oposiciones en 2005 y desde entonces no ha dejado de sentirse orgullosa de su trabajo. Los últimos cuatro, aquí en Boadilla. Su vocación surgió a raíz de los atentados de Atocha en 2004. Al ver todo lo que estaba pasando, solo podía pensar en que ella quería estar ahí y ayudar a la gente.
Ser policía no siempre es fácil, pero “a mí me gusta mucho mi profesión. A pesar de que a veces hay que lidiar con situaciones complicadas, te permite ayudar a las personas. Aprendes a reaccionar con calma y eficacia ante una situación de emergencia, y eso me produce mucha satisfacción. Además, ¡en Boadilla se trabaja muy bien!”, nos cuenta.
Lleva cuatro años en la Policía Local de Boadilla procedente de otro municipio. Y ahora que sus hijas son un poco más mayores, ha recuperado una de sus mayores aficiones: el atletismo, en concreto, la modalidad de triple salto. “Como a todo no se puede (madre-policía-atleta), decidí dejar de competir y retomarlo cuando me tocará la categoría máster (atletas de más de 35 años)”, explica.
Practica el atletismo desde los 15 años y le está muy agradecida al deporte
Practica el atletismo desde los 15 años y le está muy agradecida al deporte. “Me ha dado muchas cosas buenas como centrarme y estudiar mejor en la adolescencia; aprender a no ponerme límites antes de tiempo; a saber que con esfuerzo y dedicación te puedes superar cada día un poco; a liberar estrés; y, por supuesto, a poder enfrentarme a las pruebas físicas de las oposiciones para policía”, afirma.
“En mi trabajo me apoyan mucho, le dan mucho valor a mi faceta de atleta. Gracias a eso, y a perseverar en mis entrenamientos (con una fractura de tobillo de por medio), está temporada he empezado a sentirme mejor en la pista y he vuelto a competir”, confiesa feliz.
El resultado han sido dos medallas de oro en categoría máster del Campeonato de Madrid y de España, en la modalidad de triple salto en pista cubierta. “Estas victorias han supuesto mucho para mí. En la pista me siento muy bien, y ver a mis hijas orgullosas de lo que hago es de otro mundo. Además se disfruta de otra manera, la veteranía de la edad te da eso”, reconoce.