Reportaje

Así es por dentro el reloj de la Puerta del Sol

Todos tenemos en la retina la imagen del reloj de la puerta del Sol. Cada año nos comemos las uvas al son de sus campanadas. Por eso, tener la oportunidad de conocer qué hay detrás de sus grandes esferas blancas es todo un privilegio. Si quieres saber qué 'esconde', te lo contamos a continuación después de una visita muy especial a sus entrañas donde nos explicaron su pasado y su presente.

 

La visita al reloj comienza muy pronto, 8.30 de la mañana. A pesar del frío es un placer avanzar por la calle Arenal hacia la Puerta del Sol, vacía de gente, tranquila y en paz.

El reloj se encuentra en la Real Casa de Correos, sede actual del Gobierno de la Comunidad de Madrid. Fue colocado bajo un pequeño templete, sobre el techo del edificio, en 1867. Se accede a él desde la última planta, a través de una estrechísima y bella escalera de caracol. Después del primer tramo, lo primero que vemos es el péndulo de tres metros de largo, responsable (en parte) de la gran precisión del reloj. De hecho, si nadie lo ajustara, solo tendría un retraso de cuatro segundos al mes.

En ese primer tramo también se encuentran tres pesas suspendidas que, poco a poco, van descendiendo por su propio peso, funcionando como las antiguas manecillas que daban cuerda a los relojes. Una vez a la semana se descuelgan del todo y los relojeros encargados del mantenimiento vuelven a subirlas para que el reloj siga funcionando.

Maestros relojerosEn el segundo tramo de escalera nos espera, junto a la maquinaria del reloj, Jesús López-Terradas (fotografía en miniatura), uno de los tres maestros relojeros de la Casa Losada encargados de su supervisión y funcionamiento.Un perfecto engranaje de piezas, manecillas y pequeñas ruedas, que se vigilan, limpian y engrasan con esmero para que cumplan con exactitud su misión, especialmente el 31 de diciembre.

Jesús nos cuenta que la noche de fin de año los tres encargados del reloj no están pendientes de las uvas, sino de que todo esté en orden para que los demás podamos empezar el año “sin incidentes”. Este comentario nos hace recordar algunos divertidos episodios como el de la Nochevieja de 1989, cuando la locutora de Televisión Española, Marisa Naranjo, se equivocó y anunció como cuartos lo que en realidad ya eran las campanadas o cuando la presentadora de televisión, Irma Soriano, en 1994, anunció la primera campanada cuando en realidad era la séptima.

La bolaEntre las cuestiones que Jesús explica del reloj, nos llama la atención que la famosa bola, que desciende mientras suenan los cuartos, es un elemento independiente que se colocó en el año 1890 para sincronizar los relojes de la ciudad todos los días a las doce. Ahora funciona solo el 31 de diciembre.

A día de hoy se sigue manejando manualmente como se hacía antes, retirando el retén que la sujeta cuando quedan 28 segundos para que el reloj marque las doce. La bola tarda siete segundos en caer, los 21 segundos restantes pertenecen a las dobles campanadas de los cuartos. Inmediatamente después comienzan las 12 campanadas.

HistoriaSu auténtico nombre es Reloj de Gobernación, aunque todos lo conocemos por Reloj de la Puerta del Sol. Fue construido por el relojero José Rodríguez Losada en el año 1863 y se inauguró por la Reina Isabel II en el 1866. Este 2019 ha cumplido 153 años y sigue dando las campanadas de fin de año como el primer día... ¡o mejor!

José Rodríguez de Losada, militar leonés exiliado en Londres, era uno de los mejores relojeros del momento. Losada solo regresó tres veces a España en 40 años de exilio. Siempre mantuvo la residencia en Londres junto a sus tiendas y laboratorios de relojería.

En uno de esos viajes decidió regalar a la ciudad un reloj que sustituyera el ejemplar destartalado que veía en la torreta del Ministerio de Gobernación y del que continuamente se quejaban los madrileños por su inexactitud. Su construcción duró tres años y se inauguró en 1866 con motivo del cumpleaños de Isabel II.

En el año 1916, los madrileños comenzaron a reunirse en la Puerta del Sol para celebrar la noche del 31 de diciembre y, desde 1962,la televisión retransmite desde allí las campanadas.

Relojeria LosadaDesde 1996, la Casa Losada es la encargada de mantener y revisar el Reloj de la Puerta del Sol. En 1981 Jesús Lopez-Terradas y Pedro J. Ortiz Rey fundaron la Relojería Losada en la calle Alberto Bosch, en el madrileño barrio de los Jerónimos. A esta aventura se sumaron los hermanos de ambos, Santiago Ortiz Rey y Juan Lopez-Terradas, hasta la actualidad.

Son relojeros especializados en la restauración de todo tipo de relojes. Entre sus trabajos figuran la restauración del reloj de la Catedral Primada de Toledo y el de la Puerta del Sol, así como innumerables piezas de alto valor de colecciones públicas y privadas.