En 2002 creó su propia compañía. Emprender no es fácil precisamente. Y menos en el sector cultural. Fue muy complicado. Todo era supercasero. Ahí invertí todos mis ahorros. Yo hacía los dossieres de prensa, iba personalmente a todos los sitios a reunirme con directores de teatro y festivales para vender lo que hacía, que no era flamenco sino danza española. Yo compraba las telas, tenía a mi madre todo el día cosiendo. Aprendí tres idiomas. Supuso una dedicación tremenda frente al ordenador, con los bailarines. Mucha ilusión...
El primer espectáculo funcionó bien, teniendo en cuenta que mi nombre era conocido internacionalmente como bailarín, pero no como compañía. Y así fuimos creciendo poco a poco. Al principio incluyendo la palabra flamenco para que nos contrataran... Ahora ya no.
¿Cuántas personas forman la Compañía Antonio Najarro? Somos 25: 14 bailarines, músicos, director de producción, maestra repetidora, sastra...
El 9 y 10 próximos estrenáis Romancero sonámbulo en el Mira en Pozuelo de Alarcón. ¿Qué vamos a ver? Es un espectáculo inspirado en parte del poemario de Federico García Lorca. Lorca se ha explotado mucho en danza española, pero decidimos hacer algo con un punto de vista diferente a través de una compañía con un estilo muy concreto y versátil como la nuestra.
Hemos seleccionado los poemas más oníricos y fantásticos de Lorca. Habrá mucha proyección con un vestuario maravilloso creado por Yaiza Pinillos, música en directo compuesta por José Luis Montón.
Es también mi primer espectáculo argumental en el que cada uno de los cuadros es un poema con un hilo narrativo. Todo un reto para mí en el que me ha ayudado Alberto Conejero, uno de los mejores dramaturgos de España con el que ya colaboré en el Ballet Nacional de España. Y mucha danza: escuela bolera, flamenco, danza contemporánea, castañuelas...
¿Le quedan muchos sueños por cumplir? No perder la ilusión. Sin ser pretencioso, tengo un montón de sueños cumplidos. No puedo pedir más. Quise ser bailarín del Ballet Nacional de España (BNE), y llegué a serlo. Luché por ser el primer bailarín, y fui primer bailarín. Quería tener una coreografía en el BNE, y la tuve. Nunca pensé que a los 35 años iba a dirigir el BNE... Tengo mi propio compañía, me han dado la Medalla de oro al mérito a las Bellas Artes 2023...
"Mi sueño real es levantarme con la ilusión que me levanto cada día"
Así que mi sueño real es levantarme con la ilusión que me levanto cada día para hacer lo que sea: para tener esta entrevista contigo, para ensayar con mis bailarines, dar un curso, crear cualquier nuevo proyecto, ir al Metropolitan... Esa ilusión que tengo por la danza es mi mayor sueño. El día que la pierda, va a ser mi final en el mundo de la danza.