Mascotas

De vacaciones con ellos

Llega el verano. Nos vamos fuera. Rompemos con la rutina. A nosotros nos encanta, pero ¿qué pasa con nuestros animales? Cada situación es distinta, así que vamos a darte algunas claves para que sepas cómo acertar.

 

Llevar a nuestros animales de vacaciones no es mala idea. Es normal que queramos disfrutar esos días también con ellos. Es una buena alternativa, siempre y cuando los planes que tengamos sean aptos para ellos. Lo más sencillo es cuando nos vamos a una casa familiar, aunque afortunadamente cada vez existen más destinos y alojamientos a los que poder acudir con nuestros animales sin que suponga un problema.

Pero más allá de esto, hay varios factores a tener en cuenta. Por ejemplo, si vamos a una playa en la que no puedan estar, al final terminan pasando un montón de horas solos en el apartamento u hotel; o si vamos en avión para llegar a nuestro destino vacacional, hemos de valorar si queremos que pasen todas esas horas de nervios.

Los gatos, por ejemplo, son especialmente sensibles al estrés. Cambios en sus hábitos de comida, alteraciones de su entorno, ruidos, etc. les pueden provocar estados de ansiedad.

Si al final todo encaja y nos vamos con ellos, no hay que olvidar que necesitarán un tiempo para adaptarse, estar bien hidratados y protegidos del sol. Y nuestros planes tendrán que ser compatibles con sus necesidades (calor, ruido, gente, descanso...).

¿Y si no me lo puedo llevar?

Si la decisión es dejarle al cuidado de alguien, puedes hacer lo siguiente:

  • Llevarle a una residencia. Comprueba, eso sí, que tenga todos los permisos y reúna las condiciones necesarias para que esté bien atendido. Algunas disponen hasta de aire acondicionado en verano.
  • Hay también cuidadores, personas que acuden al domicilio del animal una o varias veces al día para pasearlo, darle la comida, cepillarlo, hacerle compañía... Esta opción es especialmente buena en el caso de los gatos, ya que así no interrumpen su rutina ni salen de su entorno.
  • Otra alternativa es, evidentemente, dejar a nuestra mascota en casa de algún familiar o amigo que se pueda y sepa hacerse cargo.

Pero nunca, nunca, abandonarlos a su suerte. Siempre hay otras opciones.

 

¿Qué hacemos con pájaros, peces, conejos...?

Lo primero, invitarte a no tenerlos. Permanecer toda una vida en una jaula o una pecera no es plato de gusto para ningún ser vivo. Ni qué decir de especies exóticas o peligrosas (serpientes, arañas...).

Pero si los tienes, busca a alguien que vaya a verlos y compruebe cómo están mientras tú estás fuera. No los dejes sin supervisión y mucho menos los abandones en la naturaleza.

En tu veterinario te podrán orientar sobre qué hacer con ellos en cualquiera de estas situaciones.